Hoy en día, con un par de clics, puedes tener casi cualquier cosa en la puerta de tu casa. La verdad es que pienso en mis abuelos o incluso en mis padres y creo que pueden estar flipando cuando les hablamos de estas cosas.
Y es que esto es literalmente, cualquier cosa. Lo curioso es que muchas veces terminamos comprando cosas que jamás imaginamos que buscaríamos en Internet. Por ejemplo, ¿Joyas por Internet? Sí, se puede. ¿Un ataúd? Sí, se puede. ¿Un kit para criar hormigas? Sí, todo eso y más está a solo un «añadir al carrito» de distancia.
Hace algunos años, comprar ropa online ya parecía un salto de fe. ¿Y si no me queda bien? ¿Y si no es como en la foto? Pero poco a poco fuimos perdiendo el miedo a hacerlo y ahora mismo es lo más usado, y más después de la maldita pandemia.
Hoy compramos zapatos, electrodomésticos, muebles, y hasta las cervezas en el súper. Algo que todavía mi abuela no entiende. Pero hay una categoría de compras que sorprende. Aquí podemos incluir esas cosas raras, extravagantes o personales que uno nunca pensó que terminaría pidiendo desde el sofá, en pijama y con una taza de café en la mano. Pero que ahora mismo se hace.
De la vitrina al carrito virtual
Antes, si uno quería un anillo bonito o unos aretes especiales, iba directo a una joyería. Miraba, preguntaba, tocaba, y se convencía. Hoy, muchísima gente compra joyas por Internet y lo hace con toda la seguridad del mundo. Incluso joyas caras. ¿Por qué? Pues porque ahora hay fotos con zoom, videos, reseñas de otros compradores, e incluso pruebas virtuales. Hay tiendas que te muestran cómo se ve el anillo en una mano real, o que ofrecen devoluciones sin problema si no te convence, así lo hacen en Serrano Joyeros, ya desde hace muchos años y reconocen que cada vez es más la gente que apuesta por esta fórmula.
Y no solo hablamos de anillos de plata o bisutería linda, también puedes encargar tu anillo de compromiso con diamante incluido. Sí, ese que pensaste que solo se podía comprar con corbata puesta y dentro de una tienda con puertas de cristal, pues ahora lo puedes hacer online. Cosas verdes, querido Sancho, decía el mítico Quijote.
Plantas
Otra categoría que crece como la espuma en la compra online de las plantas. Comprar una planta por Internet suena raro al principio. ¿No se va a maltratar? ¿Cómo llega viva? Pues resulta que hay tiendas que las empacan con más cuidado que a un teléfono móvil, así que puedes estar tranquilo. Te mandan cactus, bonsáis, helechos, lo que quieras. Incluso hay suscripciones mensuales para recibir una planta sorpresa en casa. La mejor forma de poner un poco de vida en tu vida lo tienes en el PC. Paradoja.
Para mascotas
Sí, todos hemos pedido croquetas o arena para el gato por Internet. Pero ahora también puedes comprar ropa, juguetes ultra personalizados, camas con calefacción, collares con GPS y hasta pasteles de cumpleaños para perros. ¿Exagerado? Puede ser, pero ya sabemos que ahora mismo el mundo de la venta online es tremendo. Y el de las mascotas más, algunos con más cuidados que para sus propios hijos.
Cursos de todo
¿Quieres hacer tu propio queso en casa? ¿Aprender a bordar mientras ves las series de televisión? ¿Fabricar velas aromáticas? Todo eso lo puedes pedir online. Hay kits que te mandan todo lo necesario, y cursos que puedes hacer en tus ratos libres. Es el lado bueno de estar tanto tiempo en casa: de pronto, queremos probar cosas nuevas… y claro, terminar comprando una caja con ingredientes raros para hacer kombucha casera. La verdad es que todo esto es una gozada.
Y luego están esos objetos que parecen una broma pero que en serio se venden. Ataúdes sí, ataúdes, no era una broma cuando te lo dije al principio del artículo. Ojo que también se venden piedras lunares, orina sintética, para pruebas de laboratorio, yo prefiero no preguntar más, máquinas para hacer nieve en casa, y hasta paquetes de “aire de otro país”.
Sí, alguien vende frascos de aire de París. ¿Por qué? Quién sabe. Pero hay mercado para todo. Así que ya sabes, solo es cuestión de echarle horas y mirar lo que se vende en Internet, te vas a llevar muchas sorpresas como ocurre cuando lo anuncian en la sección de El Hormiguero que lleva Piedrahita.