En el día a día de cualquier entorno laboral, el ritmo puede llegar a ser frenético: reuniones, plazos ajustados, correos urgentes y tareas que parecen multiplicarse a medida que avanza el reloj.
En medio de este caos, un simple “coffee break” puede parecer una tontería, pero en realidad, acaba convirtiéndose en una pieza clave para garantizar el bienestar, la productividad y la unión de los equipos en el trabajo.
Pero, ¿Por qué? ¿Qué es lo que tiene de especial esta pausa tan cotidiana?
¡Vamos a descubrirlo!
¿Qué es exactamente un “coffee break”?
Si lo traducimos del inglés, entenderemos que esta expresión significa “pausa para el café” o “descanso de café” en español, lo cual podemos atribuir a el simple descanso para el desayuno que todos conocemos bien.
Este concepto se ha hecho bastante famoso por muchas razones: la más común, es que esta pausa no se limita solo a beber café. Es un momento breve de desconexión dentro de la jornada laboral, generalmente de 10 a 15 minutos, en el que los empleados pueden relajarse, socializar o simplemente recargar energías. Aunque es una práctica extendida en muchos países, la forma en que se realiza y el impacto que tiene en el equipo laboral pueden variar enormemente.
Esa pausa tan simple, es algo más que una pausa para hidratarnos o pensar en otra cosa: Nos ayuda a sentirnos más motivados y a respirar entre una tarea y otra, para poder reponer fuerzas y volver a la carga mucho más animados.
Sin embargo, para tener un buen “coffee break” no debemos preocuparnos sólo en la calidad del café, o en ofrecer una cafetera en una esquina de la oficina; debemos crear un espacio cómodo y atractivo, en el cuál haya disponibles diferentes opciones para todos los gustos (café, té, aperitivos saludables, barritas energéticas ¡Incluso dulces!) y fomentar un ambiente relajado donde los empleados puedan interactuar libremente.
¿Qué beneficios se obtienen tras un buen “coffe break”?
Como hemos explicado, esta atesorada pausa para el café no es un capricho ni una excusa para interrumpir el trabajo; detrás de este pequeño descanso hay beneficios reales y medibles que afectan tanto a los empleados como a las empresas, como los que vamos a mencionar a continuación:
- Aumenta la productividad.
Un descanso corto ayuda a despejar la mente y recargar energías.
Hay muchos estudios que han demostrado que trabajar durante largos periodos sin pausas disminuye la productividad y aumenta los errores; en cambio, cuando los empleados tienen la oportunidad de desconectar unos minutos, vuelven a sus tareas con mayor concentración y creatividad.
- Fomenta la socialización y el trabajo en equipo.
El “coffee break” crea un espacio informal donde los compañeros pueden interactuar de manera más relajada. Estas conversaciones informales pueden fortalecer las relaciones, mejorar la comunicación y, en algunos casos, generar ideas que beneficien al trabajo.
¿Cuántas grandes ideas han surgido en charlas espontáneas junto a la cafetera? Además, el “networking” está más que asegurado ¡Es una gran ventaja!
- Reduce el estrés laboral.
El trabajo constante puede generar altos niveles de estrés y agotamiento, y por ello, una buena pausa para el café ayuda a desconectar por un momento del ambiente laboral, lo que ayuda a reducir la tensión y prevenir el “burnout”. Además, compartir un momento agradable con compañeros puede mejorar enormemente el estado de ánimo.
- Mejora la salud y el bienestar.
Aunque el café parezca ser el protagonista, esta pausa también puede incluir opciones saludables como frutas, frutos secos o infusiones.
Gracias a esta gran variedad los empleados pueden mantener una dieta equilibrada y además se previene el consumo excesivo de azúcar o alimentos ultra procesados.
- Favorece la creatividad.
Desconectar del trabajo, aunque sea por unos minutos, ayuda a que el cerebro procese la información de manera diferente. De hecho, muchas veces, las mejores ideas o soluciones a problemas complejos surgen durante esos momentos de relax.
¿Cómo podemos crear la experiencia “coffee break” perfecta?
Tanto si eres un empleado, como si eres un jefe preocupado, la respuesta la tienes a continuación:
- Asegúrate de crear un espacio acogedor.
Un “coffee corner” atractivo puede marcar la diferencia. Unos muebles cómodos, una decoración agradable y una buena iluminación pueden convertir este espacio en el lugar favorito de la oficina.
- Ofrece variedad.
Recuerda: aunque el café es el protagonista, no todo el mundo lo consume: el té, las infusiones y otras bebidas también son variantes que debemos tener en cuenta ¡Pero eso no es todo! También debemos elegir alimentos y menús entre muchas opciones.
¿Dulce o salado? ¿Gofres, o donuts? ¿Sándwiches o pastas de té? Desde La Frolita nos pueden asesorar ¡Pero la decisión final es nuestra!
- Fomenta la participación.
Una buena idea es organizar eventos pequeños durante esa pausa, como mini charlas, sesiones de lluvia de ideas e incluso juegos rápidos.
- Establece horarios diferentes.
No todos los trabajadores tienen los mismos ritmos. Permitir que cada uno elija el mejor momento para su descanso para el café dentro de lo posible, es una forma de respetar sus necesidades individuales.
Su trasfondo con la cultura empresarial.
Más allá de los beneficios individuales, un buen “coffee break” también puede reflejar la cultura de una empresa. Cuando una organización valora el bienestar de sus empleados y entiende la importancia de las pausas, está enviando un mensaje claro: las personas son lo primero.
En este sentido, las empresas que fomentan esta práctica están proporcionando un respiro a sus empleados al mismo tiempo que están construyendo una imagen de lugar de trabajo atractivo y saludable; sin duda, esta decisión puede una gran marcar diferencia en este mundo laboral tan competitivo, en el que retener y atraer talento es cada vez más complicado.
Además, estas pausas también refuerzan los valores de la organización.
Por ejemplo, en empresas que promueven el interés por cuidar el medio ambiente pueden incluir opciones de café orgánico o vasos reutilizables en dicha práctica, reflejando un claro compromiso con el medio ambiente.
Del mismo modo, en empresas innovadoras, los espacios de “coffee break” suelen diseñarse como lugares de inspiración, con pizarras para anotar ideas o decoraciones creativas que estimulen la imaginación.
Este descanso es más necesario de lo que pensamos.
Cuando un trabajador no dispone de descansos adecuados, como los “coffee breaks”, su rendimiento y bienestar se ven afectados de diversas maneras:
En primer lugar, la falta de pausas puede llevar a una sobrecarga mental.
Trabajar durante horas sin desconectar aumenta el cansancio y reduce la capacidad de concentración, lo que aumenta considerablemente el riesgo de cometer errores. En contextos laborales donde la precisión es tan importante, este desgaste puede ocasionar problemas de calidad en el trabajo y promover una productividad inferior a la esperada.
Por otro lado, el estrés acumulado es una consecuencia común.
Sin momentos de pausa, los empleados enfrentan mayores niveles de tensión, lo que puede derivar en síntomas físicos como dolores de cabeza, problemas digestivos o incluso trastornos más graves como el “burnout”. Además, el hecho de no disponer de un tiempo para interactuar con compañeros fomenta un ambiente más aislado, donde las oportunidades para fortalecer relaciones o resolver conflictos de forma espontánea son limitadas.
Desde el punto de vista creativo, la ausencia de descansos también pasa factura. El cerebro necesita alternar entre periodos de actividad intensa y momentos de relajación para procesar información de manera efectiva; sin esta desconexión, los trabajadores pueden experimentar bloqueos creativos o dificultades para encontrar soluciones innovadoras a los problemas que enfrentan.
En resumen: La salud general del trabajador puede irse a pique.
Cuando no se fomenta un entorno donde las pausas sean respetadas, es más probable que los trabajadores recurran a hábitos poco saludables, como un consumo excesivo de cafeína o la omisión de comidas importantes. A largo plazo, esto, además de afectar al propio individuo, también acaba afectando a la empresa, a través de una serie de mayores tasas de absentismo y rotación laboral.
Entonces, ¿Todas las empresas lo practican?
Desgraciadamente, no.
No todas las empresas se preocupan por apostar por estos descansos y pausas para el café de forma efectiva, o directamente no los consideran una prioridad en sus políticas laborales. La adopción de esta práctica depende de factores como el tamaño de la empresa, el sector en el que opera, su cultura organizacional y los recursos disponibles. Estas son algunas de las razones por las que algunas empresas no los implementan:
- Presión por resultados inmediatos.
En sectores con ritmos de trabajo intensos (como la logística o la atención al cliente) el enfoque suele estar en cumplir objetivos rápidamente. Para ello, se reducen las pausas, priorizando el rendimiento inmediato sobre el bienestar a largo plazo.
- Restricciones económicas.
En pequeñas empresas, los recursos pueden ser limitados. Aunque un buen “coffee break” no requiere grandes inversiones, algunas organizaciones pueden no contar con espacio adecuado o recursos para habilitar zonas de descanso bien equipadas.
- Entornos laborales inadecuados.
En algunos lugares de trabajo, como fábricas o entornos de producción, puede ser difícil habilitar espacios cómodos para las pausas, aunque se permita a los empleados tomarlas.
De este modo, entendemos que, a pesar de que estos descansos son extremadamente necesarios para el trabajador, y además, beneficiosos para la empresa, no todas las empresas lo permiten.
Sin embargo, no hay que desanimarse por ello: es importante velar por el cambio y recordar a través de artículos como este, que, los “coffee breaks” no son una pérdida de tiempo, sino una herramienta estratégica para mantener un ambiente laboral saludable y productivo que beneficia a todos.